Hace aproximadamente un año, Guillermo Fraser sufiró un accidente cardíaco.
Los diagnósticos médicos establecieron que la única cura posible era un transplante de corazón.
Pasaron días y semanas tensas, pendiendo la vida de Guillermo de un hilo, esperando el donante de ese corazón. Durante esos momentos, hemos sido testigos de la lucha incansable de su familia.
Por suerte, el corazón llegó.
La intervención quirúrgica fué todo un éxito.
Pero todos sabíamos que ese era el comienzo de una difícil y larga recuperación.
La ciencia, la solidaridad del donante, una lucha inclaudicable por la vida, y una familia que fué un ejemplo de amor y tesón, hicieron posible algo impensado un año atrás:
El último fin semana donde las divisiones de Hockey disputaron su último partido como local, Guillermo, totalmente recuperado, asistió a nuestra Cancha de Caballito, a ver a sus hijas jugar y alentar a las verdolagas.
Compartimos su alegría, porque es también la nuestra, y agradecemos a toda la familia Fraser por ser verdolagas de corazón y darnos a todos una lección de vida. Es un orgullo para nosotros tenerlos dentro de nuestra familia.
Sub comisión de Hockey
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